El intendente de San Pedro de Jujuy, Julio César Bravo, recibió al Secretario de Desarrollo Comercial e Industrial, Dr. José Rossetto, en representación del Ministerio de Producción y Desarrollo de la provincia, y al Comisionado Municipal de Valle Grande, Marcos Santos, en el palacio municipal.
Estos, encabezaron el acto de firma de convenio de cooperación por el cual enriquecerá una agenda común enfocada en el desarrollo sostenible basado en la producción regional, con énfasis en el tomate chilto.
Además, también participaron el Director de Acción Cooperativa, Dr. Facundo Luna, la Directora de Agencia de Comercialización, Mónica Salas y Productores de la Región.
La firma del presente convenio posibilitará que los productos elaborados, a base de tomate chilto, puedan emitir el apto sanitario de consumo, a través del Laboratorio de Bromatología, de la Municipalidad de San Salvador de Jujuy. Incorporándose el Municipio de San Pedro de Jujuy y de Libertador, quienes darán validez al apto sanitario mencionado, a fin de que tales producciones también puedan comercializarse en estas ciudades.
Al respecto el intendente Julio Bravo indicó “para nosotros es una gran oportunidad, ya que la Municipalidad de San Pedro, tenemos en marcha nuestro proyecto de nuestro mercado de concentración constituido con la Cooperativa de Feriantes Mayoristas”.
Y adelantó el trabajo, “vamos a estar visitando Pampichuela el día 25 de julio, la feria que hace la comunidad de los Valles. Allí definiremos cómo nosotros podemos comercializar con ellos y comprar producción de las distintas elaboraciones con las que allí se trabajan”.
El acuerdo abre las puertas a la articulación e intercambio de experiencias y conocimientos, como así también representa la oportunidad de generar acciones conjuntas para promover iniciativas que garanticen la comercialización.
El tomate chilto es una fruta silvestre que en algunas zonas se lo conoce como tomate de árbol, y que en el lugar encontró las condiciones ideales para desarrollarse. Se lo produce en los Valles, especialmente en la zona de Valle Grande y Ocloyas.
En ambas localidades las comunidades se han organizado en cooperativas: que generan los cultivos de la planta en vivero propio, producen semillas, insertan las plantas en los bosques nativos y luego recolectan las frutas, procesan la pulpa, y elaboran a base de ella: dulces, kétchup, salsa picante, sumos de fruta para jugos, etc.
Esta actividad productiva constituye uno de los pilares económicos de la región, genera autodesarrollo. Y la producción de tomate chilto, promueve la conservación del bosque nativos.
Actualmente en ambas localidades existen sendas “salas de elaboración” instaladas y resulta preciso arbitrar mecanismos para que, mientras resuelvan sus habilitaciones definitivas, puedan certificar la calidad sanitaria de los alimentos elaborados y comercializar dicha producción.
“Las premisas para las bases de diseño a largo plazo apuntan a que los productores de las regiones de la provincia pongan a disposición sus productos sin ningún tipo de intermediario, lo que abarata significativamente el costo para el consumidor final” explicó José Rosetto.
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